THE PANAMERICAN ADDRESS OF THE PEOPLE OF ASUNCION
In Asunción, Paraguay, today, September 1st, 2006, we declare:
That Paraguay is a country with a bicultural identity, resulting from its Western and indigenous heritage, particularly the one coming from Guaraní culture;
That the difference amongst our cultures is very strong and it manifests itself through common and differentiated codes;
That the Paraguayan indian does not identify himself as Paraguayan, and that the contemporary Paraguayan is not Guaraní altogether. A an example, those present here today and who are connected to the art activity, are not necessarily Guaraní speakers;
That despite this distancing, both the Spanish and Guaraní languages interweave in our daily cultural dialogue. While Spanish may be the official language, Guaraní is used as the sentimental language, expressing a multiplicity of untranslatable meanings;
That our cultural ambiguity influences our continental positioning and our relationship with Latin America, since Paraguay is rarely remembered as part of the continent;
That maybe as a result from this condition, as well as from historic cultural processes that are connected to our intermixing, we have assumed that we cannot believe in ourselves and have thus developed a low self-esteem in regards to our national culture. That Paraguay has lived a long period of repressing its deepest emotions;
That in Asunción we observe a sustained process of “ruralization” that impacts the development of contemporary urban culture. That change today is seen with suspicion, be it in changing the design of a ceramic pot to changing deep convictions. We constantly adopt external models and regard that which comes outside as something better;
That despite the fact that we live in a country with enormous natural, culinary and indigenous richness, with unique traditions, we rarely value these as virtues, and instead are witness to the linguistic deforestation of Guaraní as a historic project of the state;
That nonetheless, Paraguayan immigrants who experience nostalgia (techagau) recreate their world by reclaiming traditions and cultural rituals, in order to regain profound feelings;
That we regard the rise of the artistic community as a challenge, given the adverse economic conditions and the absence of an art market in Paraguay, after a decade of financial crisis that still continues;
That art should get out of the mold, that it should generate a social ritual that would allow it to regain its place amongst us. That as soccer and the film industry have managed to do, we should strive for establishing an emotional connection with the audience, because to disregard that which one feels with that which one does results in making dead art;
That we need to document and write, and prevent others to be the only ones to write our history;
That despite our global and contemporary isolation, it is necessary for us to learn how to make our very own cultural ceremonies part of our daily life, so that we can find reconciliation amongst ourselves;
We set as our purpose, as art workers, to keep ourselves abreast to the socio-historic development of our country, in order to build a collective strategy that may lead to a strengthening of our culture and may find positive projection in real life.
Signed:
Natalia Antola, José Arazategui, Gustavo Benítez, Oswaldo Campeccioli, Christian Ceuppens, Silvana Daher, Gisela Esposito, Alejandra García, Adriana González Brun, Mónica González, Laura Mostatá, Soledad Patino, Carlos Sosa, Pablo Helguera (secretary)
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EL DISCURSO PANAMERICANO DEL PUEBLO DE ASUNCION
En Asunción, Paraguay, hoy, 1 de septiembre del 2006, declaramos que:
Paraguay es un país con una biculturalidad radicada en su legado occidental e indígena, particularmente el que se genera de la cultura guaraní;
Que la diferencia entre nuestras culturas está muy marcada, pues se manifiesta a través de códigos comunes pero también de códigos específicos;
Que el indígena en Paraguay no se siente paraguayo, sino indígena, y que el paraguayo actual ya no es del todo guaraní, y que, como ejemplo, los aquí convocados, vinculados a la actividad artística, no somos necesariamente guaraní- parlantes;
Que a pesar de este distanciamiento, tanto el español como el guaraní se entrecruzan en nuestro diálogo cultural, el español haciendo las veces de lenguaje oficial, el guaraní como lenguaje sentimental que expresa una multiplicidad de significados intraducibles inclusive al español;
Que nuestra ambigüedad cultural se aúna a nuestro posicionamiento continental y a nuestra relación con America Latina, pues Paraguay pocas veces se recuerda como un integrante del continente;
Que quizá como resultado de esta condición, así como de procesos históricos culturales conectados a nuestro mestizaje, hemos asumido que no podemos creer en nosotros mismos y hemos desarrollado una baja autoestima de nuestra cultura nacional. Que Paraguay es un país que ha vivido un largo periodo de represión de la expresión de las emociones más profundas;
Que en Asunción se observa un sostenido proceso de ruralización que afecta al dessarrollo de la cultura urbana contemporánea, donde el cambio se mira con sospecha, desde cambiar el diseno de una cazuela hasta cambiar convicciones más profundas, donde lo mejor siempre viene de otra parte donde se adoptan sistemáticamente modelos externos;
Que a pesar de que vivimos en un país con enorme riqueza natural, culinaria, e indígena, con tradiciones únicas , pero que estas virtudes se valoran poco y en cambio vemos la deforestación lingüística de la cultura guaraní como un proyecto histórico del estado;
Que sin embargo, el inmigrante paraguayo al experimentar el techagau (añoranza), recrea su mundo al salir de su país recobrando tradiciones y rituales culturales de un sentimiento mbarete (profundo);
Que vemos difícil el levantamiento del medio artístico dadas las condiciones económicas y la ausencia de un mercado del arte en Paraguay, y el vivir una década de crisis económica que aún perdura;
Que el arte debería de salir del molde, que deba generar un ritual social para recobrar su vigencia entre nosotros. Que como lo han hecho el cine y el futbol, debemos vincularnos con él de manera emocional, porque el desvincular lo que uno siente con lo que uno realiza, provoca que el arte salga muerto;
Que debemos registrar, escribir y documentar, y prevenir que otros escriban nuestra historia;
Que a pesar de nuestro enajenamiento global y contemporáneo, nos es necesario aprender a integrar nuestra propia ceremonia cultural para reconciliarnos con nosotros mismos;
Nos proponemos como trabajadores del arte, mantenernos atentos al desarrollo socio-histórico de nuestro país para construir una estrategia colectiva que conduzca a un fortalecimiento de nuestra cultura y se proyecte positivamente en la vida real.
Firmado:
Natalia Antola, José Arazategui, Gustavo Benítez, Oswaldo Campeccioli, Christian Ceuppens, Silvana Daher, Gisela Esposito, Alejandra García, Adriana González Brun,, Mónica González, Laura Mostatá, Soledad Patino, Carlos Sosa, Pablo Helguera (secretario)