Saturday, June 3rd was the busiest SPU day on the tour so far. We arrived at Calgary’s Olympic Plaza at 7:45am to install the schoolhouse. A workshop started at 10:30am, where local artists and residents of the Banff Centre worked together in writing the Panamerican message from Calgary, which they decided to entitle “Postcard from Calgary”.
The activities in Calgary continued the same day at 2pm with a panel discussion at the Alberta College of Art and Design, with a panel discussion entitled “Political Art: Persuasion or Alienation?”, The panelists included artists Don Simmons, Grant Poier, and Mireille Perron, all of which are based in Calgary (Simmons and Perron teach at ACAD) and presented various views on making politically-charged art. Don Simmons discussed a piece in Halifax that he did with a group of artists that work under the name of Tactical Art Coalition. This project, entitled the “sorry” project, consisted in placing apologetic plaques, bricks, signs and electronic devices (that they described as gizmos) with the word “sorry” in places in Halifax where an unaddressed social injustice had taken place. The effect of the project apparently turned around when one of the devices found in the harbor was mistaken by a bomb, which prompted the harbor to be shut down. When the local press pieced it all together as an art project, the issues that the project was trying to point at were mentioned, but overall the artists suffered a backlash from both press and public for what they considered an illegal prank. The Nova Scotia College of Art and Design, which was the sponsor of the project and was afraid of being sued by the city, pressured the artists to come forward. The student who physically had placed the device on the harbor eventually did, and while she was not charged for more than doing community service, Simmons mentioned, the whole experience tainted the way in which the group operated and since then they had decided from this point forward to create “positive” experiences. This last comment generated much debate along the lines on whether this renouncing to provocative actions constitutes a form of self-censorship.
In the late afternoon we conducted the Panamerican Ceremony at the Olympic plaza, and we attracted a wide variety of random public, particularly the regulars on these spaces: the homeless and the inner-city teens. A construction worker quietly approached me at some point, and asked me: “excuse me, is this church consecrated? I need to find somewhere to pray, so that my wife allows me to come home”.
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El sábado 3 de junio fue el más ajetreado en actividades de la EPD hasta ahora. En ese dia, un equipo compuesto por la magistral coordinadora de norteamerica del proyecto, Gale Allen, asi como Don Simmons, PH y Nick, un artista de Portland que nos ha acompañado hasta aquí, trabajamos con dos horas de sueño en la plaza olímpica de Calgary, comenzando a las 7:45pm, para armar la estructura. Un taller tomó lugar hacia las 10:30am con artistas locales y residentes del Banff Center, que se encuentra a una hora de aquí. Entre ellos realizaron la “postal de Calgary”, que se leyó posteriormente ese día.
Las actividades de Calgary continuaron ese mismo día, a las 2pm, con una mesa de discusión en el Alberta College of Art and Design con una mesa de discusión titulada “Arte político: persuasión o alienación?”. Los panelistas incluyeron a los artistas locales Don Simmons, Grant Poier, y Mireille Perron,, quienes presentaron sus puntos de vista sobre arte y política. Poirier presentó videos tempranos de los ochenta y habló de la importancia del artista de servir como testigo. Poier ha sido fundador de Emmedia, una organización local de colaboración comunitaria. Mireille Perron presentó una conferencia-performance donde habló de diferentes formas de actos políticos utilizando feminismo, lingüística,y “patafísica”. Refiriéndose a la división que existe en Canadá entre el uso del inglés y del francés, dijo que “el idioma es un lugar de resistencia, coerción, negociación y participación”. Con el fin de dilucidar mejor el papel del arte en la política citó la obra de Chantal Mouffe, una teórica que busca en el arte una forma no-racional de generar una forma de pasión en el discurso democrático que de acuerdo con ella puede ser facilitado por la práctica artística.
Don Simmons, por su parte, habló de un proyecto hecho en Halifax en colaboración con un grupo llamado Tactical Art Coalition. El grupo plantó una serie de placas y aparatos electronicos con el letrero “sorry” (“perdón”) en lugares públicos donde habían ocurrido acciones gubernamentales con efectos negativos a la población. El proyecto ocasionó caos cuando uno de los aparatos fue encontrado en el muelle de Halifax y se pensó que era una bomba, lo cual cerró el muelle por completo. La presión de la prensa y de la universidad que patrocinó el proyecto obligó a uno de los artistas a confesar su acción y a disculparse, (paradójicamente) por esta.
La presentación de Simmons generó un debate sobre las razones e implicaciones de la manera en que el grupo manejó la controversia sobre esta obra. PH le preguntó a Simmons el por qué había que adoptar una actitud derrotista ante esta clase de respuesta, y Simmons respondió que su conclusión era que el arte que provoca emocionalmente tiene que alejarse del negativismo, una idea que Perrón apoyó. Perrón se opuso la idea de Stephen Wright de la necesidad de hacer arte como una actividad anónima, diciendo que esa idea aspiraba a una pureza imposible y que “creo profundamente que la interacción (en el arte) es de índole intangible y mística”.
Grant Poier por su parte dijo que el arte en el ámbito público adquiere vida propia, y que el artista tiene que estar preparado para esas eventualidades, pero añadió que el artista asimismo puede escoger el cancelar la porción artística de una obra si es que considera que el proyecto ha partido hacia otros territorios. La mesa cerró con un breve debate acerca de cómo hacer crítica de arte de proyectos de índole política, y como estos instrumentos críticos nos pueden ayudar a entender mejor la práctica. Don Simmons mencionó “creo que es difícil el juzgar éxito como artista. Creo que es fundamental experimentar y estar dispuesto a caer de frente, pero no sé si realmente se puede sentir el éxito”.
El tema del debate fue arte y política—un tema extraño fuera de contexto o muy apropiado, dependiendo como uno vea el hecho de que estábamos en una de las ciudades más conservadoras de Canadá. El debate fue por lo general soso, con sorprendentes comentarios derrotistas de algunos artistas que argumentaban que el arte demasiado ofensivo no se debe de hacer. La ceremonia en la plaza fue emotiva, aunque el episodio más especial se dio cuando un hombre negro, con traje de obrero y casco de construcción, llego a preguntar si “esta iglesia está consagrada”. “Necesito entrar a rezar para que mi mujer me deje regresar a casa.”