Today, the SPU finally left Canada for good. We started the day with a slow beginning,
trying to negotiate the traffic, the confusing streets of Winnipeg, and later trying to
to get through the daunting U.S. border at the Pembina point of entry. We were subjected to careful questioning and the van was taken to an inspection area where every object was examined. After some undetermined time of scrutiny we were finally allowed to continue the journey. The mid-day stop was Fargo, a city that deserves more credit than the sinister movie made after its name, and where a Vietnamese restaurant there was a welcome break from the wave of unhealthy food we have had to hae as sustinence by the road. We arrived at a relatively good time to Minneapolis, but only to find that there was not a single hotel room left in the city for unknown reasons. Businessmen were wandering the downtown area competing for a room. After some time of unfruitful searches, this led us to board the Panamerican van again onto the other twin city, St. Paul, where a grateful encounter with a Holiday Inn closed the day.
Today the SPU van reached 5000 miles and 100 driving hours since the departure from Anchorage.
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Hoy, la EPD dejó Canadá definitivamente. Comenzamos el dia de forma un poco accidentada, tratando de negociar el tráfico de Winnipeg y intentando luego pasar la frontera estadounidense en el punto de entrada de Pembina, Dakota del Norte. Fuimos sujetos a un intensivo examen que incluyó cuestionarios, salas de espera y escrutinio de la camioneta en todos sus componentes. Después de un tiempo indefinido sin embargo se nos permitió continuar el viaje. La parada a mitad del trayecto fue Fargo, una ciudad que merece más crédito que la película escabrosa hecha a su nombre, y donde un restaurant Vietnamita nos dió un descanso de la comida chatarra que nos ha ido sustentando en la carretera. Llegamos a una hora relativamente decente a Minneapolis, pero solo para encontrarnos con que no había un solo cuarto de hotel en la ciudad, debido a razones desconocidas. Los hombres de negocios deambulaban las calles el centro de la ciudad compitiendo por una habitación. Dada esa situación, decidimos abordar de nuevo la camioneta panamericana y desplazarnos a la otra ciudad gemela (St. Paul), donde un milagroso encuentro con un Holiday Inn cerró el día.
Hoy la EPD alcanzó las 5000 millas de su trayecto, y las 100 de manejo desde la partida de Anchorage.